En respuesta a la creciente demanda mundial de productos halal y al dinámico panorama de los alimentos del futuro, Tailandia se está posicionando estratégicamente como figura central en estos sectores en rápida evolución.
El gobierno tailandés ha identificado la industria alimentaria como un motor fundamental de la estabilidad económica y está intensificando sus esfuerzos para aprovechar su potencial. Los productos halal, que abarcan una amplia gama de ofertas como las finanzas, la alimentación, la moda, los medios de comunicación, la medicina y el turismo, han experimentado un crecimiento impresionante, con un notable aumento del 7,5%. Esta floreciente industria tiene un valor estimado de aproximadamente 2 billones de dólares estadounidenses.
El Primer Ministro y Ministro de Finanzas, Srettha Thavisin, mantuvo recientemente un productivo diálogo con Boonlert Ongpaiboon, Vicepresidente del Comité de Alimentos Procesados y Alimentos del Futuro de la Cámara de Comercio tailandesa.
El tema central de sus conversaciones fue la sólida industria Halal de Tailandia, que actualmente representa aproximadamente el 20% de las exportaciones totales de alimentos del país. Notablemente, contribuye con un asombroso 60% a las exportaciones de alimentos Halal de Tailandia, principalmente a países con poblaciones predominantemente islámicas como Indonesia, Malasia y Brunei. Estas exportaciones se tradujeron en unos ingresos de casi 6.000 millones de dólares estadounidenses durante 2021 y 2022.
LOS PRODUCTOS HALAL, QUE ABARCAN UNA AMPLIA GAMA DE OFERTAS COMO LAS FINANZAS, LA ALIMENTACIÓN, LA MODA, LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN, LA MEDICINA Y EL TURISMO, HAN EXPERIMENTADO UN CRECIMIENTO IMPRESIONANTE, CON UN NOTABLE AUMENTO DEL 7,5%
Reconociendo la inmensa base de consumidores y el sustancial potencial de gasto dentro de los mercados de alimentos Halal y futuros, el primer ministro Thavisin está tomando medidas proactivas para aprovechar esta oportunidad. Su administración pretende canalizar recursos hacia iniciativas de financiación, comercialización, certificación y educación, todas ellas diseñadas para elevar el valor de los productos agrícolas, garantizar ingresos estables a los agricultores y cultivar una mano de obra bien informada dentro del sector alimentario.
Estas medidas se han concebido estratégicamente para apoyar a las nuevas empresas, así como a los sectores público y privado, en la elaboración de estrategias claras que se ajusten a las demandas del mercado, consolidando aún más la reputación de Tailandia como fuente fiable de los codiciados alimentos Halal para múltiples naciones.